Somos algo nuevo, que es viejo. Somos algo viejo, que es nuevo. Somos las manos de tu abuela que amasa la pasta fresca los domingos cuando se juntaba la familia. Somos el viejo del huerto que cada temporada te entregaba un nuevo jitomate el cual arrancaba de la mata, lo frotabas contra tu camisa y mordías. Ese recuerdo en tu boca que te traslada a tu infancia, a la cocina de tu mamá. Somos las experiencias de tus padres quienes iban al mercado y elegían la fruta y la verdura una por una, quienes saludaban al viejo carnicero que sabía exactamente como le gustaba que le cortaran la carne.
¿Y porque?, te preguntarás…. Porque tenemos la arrogancia de decir que hace mucho que nos conocemos; pero que ahora nos volvemos a encontrar, y aun, como no me probaste, me miras con desconfianza. Porque yo soy los mismos ingredientes con los que sucedía la alquimia del sabor en el corazón de tu casa. Soy “pura sangre”, soy sin conservante, soy productos naturales para que mi sabor y mi calidad sean como lo solían ser.
El compromiso de Caffè di Venezia no está en las calorías de mas o de menos que pueda tener un plato o un alimento, está en la calidad sin conservantes que usamos para prepararte cada plato.
En Caffè di Venezia creemos que lo más importante es que no comas productos que fueron alterados, creemos que el sabor no puede engañar porque te traemos a la mesa lo mejor de verdad.
Todo lo que hacemos, lo hacemos nosotros, y lo que no, te vamos a poner lo mejor que hay, para que comas bien, para que comas de verdad!